“El Valle es nuestro” (1)



A partir de esta edición estaremos publicando, periódicamente, en nuestro Blog, información histórica y estadística en torno a nuestro Valle del Turbio, tomado del informe de la Mancomunidad de Cronistas Municipales y Parroquiales del Barquisimeto, edición 1999, el cual describe de manera maravillosa y digerible la interesante historia de estas tierras venezolanas.


Los primeros habitantes.
Aunque en las zonas de influencia del valle, ubicadas a los cuatro vientos del mismo, vivían otras etnias (Ajaguas, Gayones, Cuibas, Cyparicotos, Jirajaras) es indudable que el pueblo indígena predominante en el valle de Barquisimeto eran los Caquetíos a cuya lengua, principalmente, pertenecen la mayoría de los topónimos indígenas que aún perviven en y a orillas del ceniciento río, siendo su nombre igualmente, palabra caquetía que, según los españoles, significa “aguas color ceniza”, pero que según estudios etnolingüínsticos, muy rigurosos y científicos del profesor Renato Agagliate, representa la voz que designa una planta muy común en sus riberas: el aguacatico, o, azucarito (paullinia cururu).

Fue esta nación la que encontró Nicolás de Federmann cuando en 1530 vino a este valle y en la relación de su viaje dice “que formaban un pueblo numeroso y muy guerrero” que, en una veintena de pueblos habitaban “las márgenes de un gran río”.
Éstos del río Barquisimeto eran parte de una gran nación extendida desde el Mar de las Antillas hasta las riberas del Orinoco pasando por Coro, costas del caribe, al Este de la Vela, valle del Yaracuy o de las Damas, territorios de los llanos, zonas del Orinoco, tierras de Colombia.

Los otros pueblos indígenas, arriba mencionados, según Federmann habían sido obligados por ellos [los caquetíos] a vivir en la montaña para ser los únicos en poseer y gobernar la llana y muy fértil tierra (pues) estos caquetíos no habitan la montaña en parte alguna, ni aquí ni aún en los alrededores de Coro, sino que ocupan la mejor y más fértil y llana tierra y no soportan a ninguna otra nación en la llanura.

Recibieron con gentileza a los españoles estos pueblos caquetíos y Federmann comprendió que su actitud obedecía, aparte lo referido por los dichos indios e intérpretes, al deseo de ver gentes que jamás habían visto y, tal vez, también porque, siendo tantos y con tanta fuerza, podían estar seguros de oponernos una ventajosa resistencia en el caso de que quisiéramos tratarlos con violencia... (Descubrimiento y Conquista de Venezuela. ANH., Caracas, 1962, p. 191).

Como lo veremos en otros capítulos, la condición guerrera de estos hombres que habitaban el valle de Barquisimeto, se evidenció en su lucha por la tierra fértil y las aguas de los ríos para garantizar las buenas cosechas de sus labranzas y luego, después de ocupadas las tierras y establecidas en el valle, para defenderla de sus vecinos, los antiguos dueños del valle.

Pero su avidez por este valle podría tener una motivación más poderosa en los principios religiosos ancestrales cuyos orígenes los trascienden hasta el pueblo del que son rama: el pueblo Arawak que se decía hijo de los ríos, nacidos de sus aguas y hermanos de los peces, lo que sólo mencionamos pues otro es el propósito de esta información.

No se conservó memoria de esta ocupación bélica que, seguramente, fue, de parte de los caquetíos, la que se llevó a efecto, no mucho antes de la llegada de los europeos, en el valle de Barquisimeto. Algunos historiadores opinan que debió ser a principios del siglo XV cuando los caquetíos desplazaron a los anteriores ocupantes de estos territorios y se establecieron ellos con sus pueblos y extensos sembradíos, principalmente de maíz, pero también de diversos tubérculos y otros granos que eran base de la alimentación de los pobladores del valle, pero lo que importa destacar es que el aprovechamiento agrícola de los fértiles valles de Barquisimeto es de mucha antigüedad, muy anterior a la llegada de los españoles cuando, entonces, los caquetíos fueron expropiados de ellas por los españoles quienes, igualmente, las dedicaron a la agricultura y a la ganadería.

(Algunas imagenes que mostramos en este blog fueron cedidas por los camaradas de Voces Urgente)